Lema

casa con 3 patios

Vivienda unifamiliar


Arquitectos
HARQUITECTES
Xavier Ros Majó,
Roger Tudó Galí,
Josep Ricart Ulldemolins y David Lorente Ibáñez
Colaboradores
Blai Cabrero Bosch, arquitecto (HARQUITECTES). Montse Fornés Guàrdia, arquitecto (HARQUITECTES). Carla Piñol Moreno, aparejador (HARQUITECTES). Fátima Vilaseca (interiorismo). Ramon Anton, aparejador. DSM arquitectes (estructuras). Igetech / Àbac enginyers (instalaciones). Anna Esteve (paisajismo)
Fotógrafo
Adrià Goula
Situación
Granollers, Barcelona.
Fin de Obra
11/03/2014
Fabricante de Ladrillo
Cerámicas Valera, S.A.
Ceràmica La Coma, S.A.

Se trata de una parcela, en el centro histórico de Granollers, entre medianeras de 6,5 metros de ancho y muy larga que tiene acceso desde dos calles. De la construcción existente, que se hallaba en estado ruinoso, solo se ha podido conservar la fachada a la calle principal que se mantenía en buen estado y tenía un cierto interés patrimonial. Los clientes querían diferenciar claramente dos zonas dentro de la casa: una área más doméstica donde se tenía que desarrollar la vida más familiar y una segunda área de funcionamiento independiente que tenía que servir tanto para tener un espacio de estar más aislado y tranquilo en el día a día, así como para recibir visitas o organizar comidas colectivas en situaciones más esporádicas.

Las condiciones urbanísticas permitían edificar sólo en alineación a viales y por tanto la división de las dos zonas dentro de la parcela salió de manera automática. En la calle más céntrica se sitúa la parte más doméstica y en la zona oeste, la parte más segregada vinculada al acceso rodado. La orientación este-oeste de la parcela y la estrechez de las calles de acceso hacían muy difícil que la casa tuviera una buena captación solar por las fachadas a calle. Esta condición, sumada a las dificultades para conseguir privacidad en planta baja, nos llevó a retirar las edificaciones respecto a la calle creando unos patios de acceso que además harían de captadores solares por cubierta, creando unos espacios de transición entre la calle y la casa, entre el clima exterior e interior. Unos espacios semi-cubiertos y practicables mediante cubiertas retráctiles que permiten captar en invierno y ventilar en verano. Estos espacios bioclimáticos se convierten en el primer paso de una sucesión de espacios que transcurren desde una calle hasta la otra ofreciendo una gran variedad de condiciones, características y propiedades explícitamente diferenciadas.

La secuencia de espacios intenta crear una cierta ambigüedad sobre qué es interior y qué es exterior, pero a la vez los espacios exteriores se diferencian intencionadamente intensificando la vegetación y la cerámica sin revestir que, con su presencia más matérica y natural, consigue crear unas atmósferas menos domesticadas, construye paisajes en una parcela sin vistas. La organización a partir de estancias encadenadas está totalmente relacionada con el sistema estructural de la casa, por esto se optó por utilizar un sistema murario que refuerza materialmente la tipología. Los muros de carga abrazan todos los espacios y limitan el tamaño y la proporción de las aberturas entre espacios, de manera que la estructura condiciona radicalmente la experiencia de la casa. La materialidad de la cerámica, las diferentes texturas de la fábrica, el grueso de los muros, la capacidad de auto-regular la humedad y su inercia térmica son experiencias que acompañan cada tipología de espacio. El espacio es la estructura y la estructura configura el espacio. Las relaciones entre las distintas unidades estructurales producen discontinuidades estructurales que se tienen que resolver y que se convierten en oportunidades para organizar la fábrica cerámica creando vigas post comprimidas, donde las hiladas de ladrillo macizo se arman y estratifican los muros estructurales en franjas entre antepechos y dinteles creando un degradado de densidades desde las piezas más delgadas y macizas de la planta baja hasta las más gruesas y perforadas en las plantas superiores. Se consigue una nueva expresividad a partir de los distintos ritmos y texturas que surgen de las solicitaciones estructurales de la fábrica cerámica. La organización de la materia y de los espacios intenta priorizar un óptimo comportamiento pasivo de la casa, empezando por los patios bioclimáticos que garantizan una estabilidad térmica entre 15 y 25ºC, un clima intermedio, mejorado, que además reduce mucho la demanda de los espacios que se relacionan directamente.